La Boca de la Pescá es una modesta cumbre de 1.518 metros de altitud en las estribaciones occidentales de Sierra Nevada, justo en el vértice en el confluyen los límites de los términos municipales de la Zubia, Gójar y Dílar. Se compone de dos cumbres gemelas que tienen pocos metros de diferencia en altura, cuya forma se asemeja a la boca abierta de un pez de donde toma el nombre. Sobre la más elevada se asienta una caseta de vigilancia de incendios forestales. En el cerro frontero una solitaria encina.
En esta ruta salimos de la Fuente del Hervidero en dirección al Canal de la Espartera o el sendero de Haza Larguilla. En la explanada, junto a la caseta informativa del Parque Nacional, arranca un sendero de accesibilidad universal de alrededor de un kilómetro que nos conduce hasta el impresionante mirador interpretativo de Los Alayos. Allí, nos reciben un grupo de confiadas cabras montesas.
Después de disfrutar de las vistas seguimos el sendero. Desde aquí hasta nuestro destino tendríamos un sencillo paseo con la vista en el extremo oriental de la Boca de la Pescá. Pero buscamos un punto adicional de dificultad cresteando por el Cerro de las Pipas, llamado así por los restos fósiles de Dentalium unos moluscos excavadores denominados 'colmillos de mar' o 'pipas'. No encontramos ni uno.
Subimos hasta lo alto de la Boca de la Pescá. Vemos peonías y gamones a punto de dar la flor. Las nubes suavizan la temperatura. Al llegar a la cima tenemos unas increíbles vistas del Trevenque, el Corazón de la Sandía, los Alayos y Picacho Alto. Antes de detenernos a reponer fuerzas junto a la caseta forestal nos acercamos al cerro vecino donde nos cobijamos bajo una solitaria encina.
Regresamos por la misma vereda, pero ahora nos dejamos caer por el arenal hasta encontrarnos con el Cortijo Parejo. Desde allí tomamos una vereda que nos conduce, entre verdes cultivos de cereal preñado de flores delicadas y efímeras, a la Fuente del Hervidero.
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