miércoles, 14 de marzo de 2018

El maravilloso Valle del Castillejo.


En una mañana, donde la lluvia da una tregua a los amantes del senderismo, disfrutamos de un maravilloso paraje próximo a Güejar Sierra, el Valle del Castillejo.

Desde Güejar bajamos por el Camino del Sotillejo a la  Central Eléctrica del “El Castañar”. Un caudaloso Genil aporta, generoso, sus aguas a la cola del pantano de Canales.


Cruzamos el puente y comenzamos el ascenso subiendo por la carretera que pronto abandonamos para incorporarnos al carril que parte a nuestra derecha. Este camino Continuamos asciende hacia el Cortijo de los Julianes.

Aquí es donde se inicia propiamente la vereda hacia el Castillejo que nos conduce, por una respetable pendiente, hasta colocarnos en la entrada del Barranco del Castillejo. Conforme nos adentramos en este valle, destaca a la derecha una gran roca con una ventana triangular abierta por la caprichosa naturaleza. Nos vamos aproximando al arroyo que baja caudaloso por el barranco. Dejamos atrás un puente por donde la acequia cambia de ribera. Llegamos hasta la refrescante Fuente del Tío Perrancano.

Vadeamos el arroyo con cierta dificultad debido a la gran cantidad de agua que trae. Continuamos en ascenso para dirigirnos hacia el cerro del castillo, al que debemos de atacar por su lateral derecho conforme miramos hacia Güejar Sierra y al imponente Calar, que tenemos justo enfrente.


Llegamos a un verde collado donde observamos una antigua era de piedra y un cruce de veredas: la de la derecha nos eleva en un último impulso hasta los restos del Castillejo y al mirador en donde se encuentra enclavada una vieja cruz de madera.

El Castillejo fue construido por los romanos durante los últimos años de su dominación. Posteriomente fue apoderado por el árabe Amir-Ben-Abdalá al vencer a don Tello de Castro, quién murió a las puertas del castillo a finales del 711. En el siglo XI controlaba el valle alto del río Genil, manteniendo importante funciones para el paso de trashumancia de ganado hacia las Alpujarras.

En 1498, y ante el importante gasto que suponía mantener las más de 100 fortalezas del Reino, se produce el abandono y posterior derribo de 17 castillos, uno de ellos debía ser el de Güejar. Pero la fortaleza no sería derribada a pesar de la orden real, ya que durante la revuelta mudéjar de 1500 sirvió de refugio para 2.300 personas.

Tras un rápido refrigerio, regresamos por las mismas veredas.


Esta ruta forma parte de otra más amplia conocida como “El paso de los viajeros románticos” ya que estos camino se vinculan con ilustres escritores y prestigiosos botánicos como Simón de Rojas Clemente y Charles Edmon Bossier durante los siglos XVIII y XIX. Además fue testigo de importantes expediciones científicas e inspiración para aventureras historias como la de "El Bandido de Sierra Nevada" escrita por el novelista francés Alejandro Dumas en 1857, todo ello dentro del contexto histórico del movimiento del Romanticismo que llevó a convertir la provincia de Granada en lugar de peregrinación de ingleses, franceses y alemanes.

Hoy hemos sido nosotros los afortunados peregrinos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias a vosotros siempre tendré un recuerdo maravilloso de ese lugar! Me alegra veros disfrutar de los senderos como siempre y con más agua que nunca :)

Un abrazo para tothom
Jose

Ester, Noelia, Oscar y César. dijo...

Cuando llegamos a lo alto del Cerro del Castillejo nos acordamos mucho de ti.

Besos.

Cesar