sábado, 4 de febrero de 2017

En la atalaya del Marchal.



Con esta ruta inauguramos el grupo de senderismo Ciempiés, continuación del surgido en el contexto de los talleres de Casa de Porras. Seguiremos caminando mientras la Universidad de Granada se aclara al respecto de que hacer con ese centro cultural que tanto bien ha hecho a Granada.

En una mañana nublada, en la que los almendros empiezan a florecer, recorreremos un sendero por caminos duros y contrastados, contemplando paisajes colmados de belleza e historia.

Comenzamos el sendero en la parte alta de Cónchar, en el Cerro del Concejo. Esta localidad pertenece al municipio de Villamena y se encuentra en el Valle de Lecrín o "Valle de la Alegria" (nombre dado por los árabes cuando estuvieron asentados en él). Esta situado al pie de la Sierra de las Albuñuelas (679 m. de altitud), junto a la profunda garganta del río Dúrcal.

Pasamos por el Mirador del Concejo desde donde podemos ver unas bonitas vistas del pueblo con los bancales de naranjos y granados. Descendemos al Camino de los Pinos en la falda del Cerro de la Cruz; cruzamos el Barranco de las Cacerías y seguimos la vereda trazada en los años 50 para dar acceso a la plantación de los pinos. Desde el camino se puede contemplar unas vistas espectaculares del pueblo, del río Dúrcal y de la garganta por él labrada.

Es una senda preciosa que, en ocasiones entre pinos y otras desafiando a la ladera del valle, nos alza hasta llegar a la cima del Cerro de la Cruz. Una vez arriba podemos ver la mayoría de los pueblos del Valle de Lecrín y el pantano de Beznar. Pero el viento sopla con insistencia y debemos o continuar la ruta o salir volando.

Ahora caminamos, por una vereda marcada con hitos muy patentes, en dirección al Viso de los Arrianes. En esta ocasión viso no hace referencia a apariencia ni a brillo, sino a altura o eminencia. El paisaje va cambiando al desaparecer las coníferas y tapizarse el suelo con matorral bajo donde abundan los romeros y los espartos.

En el Viso de los Arrianes nos topamos con un cruce; debemos continuar por la izquierda, por un sendero por el que vamos bajando hasta el Barranco del Búho.


Siguiendo su curso avanzamos hasta llegar a la Cañada Real Motril - Granada. Giramos a la derecha y llegamos hasta la carretera de las Albuñuelas. Una vez aquí seguimos a la derecha por el asfalto unos 150 metros.

La abandonamos rápidamente subiendo por un estrecho sendero que nace a la izquierda. Tras un continuo y moderado ascenso coronamos el punto más alto de nuestro recorrido, La Atalaya del Marchal o de Saleres (977 m). Está construida en mampostería, consistente y maciza. Las piedras no forman hiladas, sino que se disponen de forma aleatoria, encajadas unas en otras. Se ha datado de forma genérica en el período nazarí y formaba parte de la estructura defensiva del Valle de Lecrín.


Podemos divisar unas bonitas vistas de gran parte del Valle de Lecrín y Sierra Nevada. También vemos la atalaya de Conchar en la que hemos estado en otras ocasiones.

Una vez repuestas nuestras fuerzas, bajamos rodeando el cerro hasta llegar de nuevo a la carretera de las Albuñuelas y a la cañada real Motril - Granada. Esta zona es rica en almendros, algunos de ellos con el arrojo suficiente como para mostrar orgullosos sus delicadas flores blancas.

Tomamos un desvío a la izquierda hasta llegar de nuevo al Viso de los Arrianes. Desde aquí bajamos al pueblo de Conchar por una pista ancha, por la junta de los barrancos de la Conejera y las Cacerías. Llegamos así al mirador del Concejo donde termina la ruta.

Y como suele ser habitual, la lluvia nos respeta; el cielo nublado facilita nuestros pasos, diversifica la iluminación de la escena e intensifica  el contraste de los colores que nos rodean.

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