sábado, 22 de octubre de 2016

Un sábado veguero



En el contexto de las "Jornadas sobre la Vega, naturaleza y patrimonio", organizadas por el Ayuntamiento de Armilla, este sábado por la mañana hemos dinamizado un paseo otoñal por el entorno del Cortijo del Pino y la Acequia Tarramonta.

Los destinatarios eran de edades muy diversas, aunque en común tenían la simpatía y las ganas de aprender cosas nuevas. Cambiando de vez en vez el tono y la profundidad de los contenidos, fuimos contando historias sobre la Vega.

Dimos la bienvenida en la antigua Melchora, un espacio que ha sido testigo de los cambios que ha sufrido este entorno en los últimos veinticinco años.


Posteriormente, en el aula rural de Ciempiés, tranquilamente sentados, hablamos del paisaje de la Vega (de su fenosistema y del criptosistema). Mientras Gustavo, el cerdo vietnamita, se comía los azufaifos caídos, dejamos que un yeso recogido cerca de las salinas de La Malaha nos contara la historia geológica de la zona.

Y destacamos la importancia del acuífero que como una gigantesca esponja contiene más de 2000 hm3  bajo el perol viejo o la teja que representa esta comarca.



Como no todo es hablar, sembramos unos ajos y visitamos a nuestros animalejos del corral. Gallinas, patos, conejos, ovejas y una cabra con mucho más poder de convocatoria que el monitor.

Luego visitamos el Cortijo del Pino donde, Virginia, nos saludó muy amablemente. Este alojamiento rural rodeado de frutales en régimen de agricultura ecológica es un claro ejemplo de usos sostenibles ubicados en la Vega.


Secaderos, cultivos del pasado y del presente, plantas adventicias con múltiples aplicaciones tradicionales, frutos de otoño, las acequias y el riego, el suelo… fueron algunos de los centros de interés del paseo.

También hubo tiempo para contar la historia del Pocero sin suerte a la vera del Pozo de Santa Clara y para jugar a las adivinanzas vegueras.


Una agradable mañana con gente que quiso compartir unas horas del sábado identificándose con su entorno rural inmediato.

¡Viva la Vega, vive la Vega!

1 comentario:

Victoria dijo...

Sin duda una mañana preciosa y divertida, dónde no faltaron los juegos, las leyendas, las aventuras y las ganas de compartir experiencias con demás....sin olvidarnos de la importancia que ha tenido y tiene el entorno de la Vega para nuestra vida....Su conservación y puesta en valor depende de nuestra relación y respeto hacia ella....

Suerte la nuestra de ir acompañados del gran guía César que con su magía y profesionalidad nos hizo enamorarnos de la Vega y de sus secretos tanto como él.....

¡Viva nuestra Vega! Y no olvidemos que en su conservación estamos implicados todos...

¡Gran trabajo el que Ciempiés lleva haciendo tantos años en este lugar! ¡Enhorabuena!