miércoles, 30 de marzo de 2016

Precisamente...


Hoy estuvimos en el colegio Regina Mundi realizando una actividad previa denominada "Precisamente así: diversidad y adaptación". En ella, rodeados de plantas, cráneos, mapas y otros chismes, preparamos una salida al bosque mediterráneo húmedo de la Sierra de Huetor. Y aprovechamos para hablarle de las claves del funcionamiento de los ecosistemas, de la biodiversidad, la adaptación y el cambio.

Darwin aparece en nuestra charla y, entre otras muchas cuestiones, comentamos que a los 50 años publicó El origen de las especies. Otros llegamos a esta edad contentos aunque no atesoremos tan renombrados logros.

Con ilusión seguiremos dando vueltas alrededor del sol.

miércoles, 23 de marzo de 2016

Una rosa, una boa y un elefante.



Esta mañana llegamos al final de la historia de El Principito.

"Éste es para mí el más bello y el más triste paisaje del mundo. Es el mismo paisaje de la página anterior, pero lo dibujé una vez más para mostrárselo bien. Es donde el principito apareció en la tierra, y luego desapareció.

Miren con atención este paisaje para estar seguros de reconocerlo, si viajan algún día por el desierto de África. Y si llegan a pasar por allí, les suplico que no se apuren y que esperen un poco, justo bajo la estrella. Si entonces se les aproxima un niño, si ríe, si tiene cabellos dorados, si no responde cuando se lo interroga, podrán adivinar de quién se trata. Entonces, sean amables. No me dejen tan triste: escríbanme pronto que ha regresado..."


Pero hasta poner el último punto, hemos aprovechado la mañana a tope. Además, los cielos nos han sido propicios y no nos ha caído ni una gota de lluvia. Y al final de la jornada una sorpresa: los conejos han tenido pequeños gazapos.

A través de la elaboración de unos murales cooperativos hemos reinventado el asteroide B612 donde vivía nuestro protagonista, un pequeño lugar con tres volcanes, uno de ellos extinto, donde se podían contemplar muchas puestas de sol en pocos minutos (en una ocasión contempló cuarenta y tres ocasos).

Con la ayuda de María, Celia y Adriana, realizamos un divertido elefante y una terrorífica boa con globos y corchos. También, se hubiera enojado de otro modo, realizamos una bonita y delicada rosa, esa que nació al mismo tiempo que el sol.

Y, un poquito cada día, hemos montado un muñeco de papel del Principito. ¡En esto si que ha sido grande la ayuda de nuestras tres pacientes maestras!

Muchas gracias a todos estos pequeños y pequeñas que nos ayudan a los adultos a no olvidar nuestra infancia.

martes, 22 de marzo de 2016

Seguimos soñando.

Mientras seguimos compartiendo el sueño de Saint Exupery, el mundo cada vez es más difícil de entender. Si El Principito volviese a aparecer sobre la Tierra se apresuraría a que la serpiente mordiese de nuevo su tobillo para así regresar a su asteroide.

Comenzamos jugando con la caja donde el aviador guardó el cordero. Pero ¿Y si en su interior se esconde otra cosa? Íbamos metiendo la mano y averiguando con mucho tacto el contenido de tan famosa caja.

Hoy hemos cogido la pala, no para arrancar retoños de baobab, sino para sembrar judías de un sorprendente color rosa y espinacas. Además hemos colocado un comedero para los pájaros, haber si así se olvidan de comerse lo que nosotros plantamos. Para proteger nuestras lechugas y acelgas recién plantadas, no les colocamos una campana de cristal como hizo el Principito con su rosa; nosotros le espolvoreamos un poco de yeso (es un remedio que ha compartido con nosotros un viejo agricultor).

Manos a la obra realizamos un porta-fotos, los dos siguientes mini-libros de el cuento que vivimos y un avión como el que se le estropeó al aviador y que terminó en mitad del desierto.

Tras la merienda y después de echar un rato con los animales, aprovechando un delicioso sol de primavera, hemos jugado un rato.

Finalizamos la mañana haciendo una serpiente que nos recuerda la que aparece en uno de los capítulos de El Principito, la que se enrolla en su tobillo como un brazalete de oro, un anillo color de luna que se mueve en la arena, más poderosa que el dedo de un rey y que te puede llevar más lejos que un navío, esa que habla en enigmas y los resuelve todos.

Y como aprovechamos todos los instantes, nos da tiempo a jugar a "¿Quién se ha comido la boa?"

Queremos agradecer a María, Celia y Andrea la ayuda tan grande que nos prestando para que estos días sean especialmente bonitos.

lunes, 21 de marzo de 2016

Le Petit Prince



En el día mundial de la poesía iniciamos la ludoteca de primavera "La boa y el elefante", que tiene un trasfondo poético considerable.

Estos tres días "El Principito" será el protagonista de nuestras risas y quehaceres. Hoy, después de meternos en el interior de la boa y de aclarar que no es un sombrero, narramos con brevedad la historia de este niño rubio que pregunta más que contesta y que fascina a grandes y pequeños.

Muy pocos niños y niñas conocían a este explorador procedente del asteroide B612. Si cuando finalizase la ludoteca se animasen a leer este cuento o pidiesen a sus padres a que se lo leyeran por las noches, estaríamos más que satisfechos.

Realizamos dos marca-páginas y una carpeta donde iremos guardando todos los materiales que atesoremos en nuestra exploración de las páginas de este cuento.

También tocamos y dimos de comer a los animales del corral, esos con los que hemos creado vínculos, a los que hemos "domesticado" y ellos también un poco a nosotros. En una de las fotos podéis ver tres corderos, a Catalina, a Chaplin y al que hay dentro de la caja.

Para entrar en materia vimos "Le Petit Prince", una película francesa estrenada en julio de 2015 pero que no ha llegado a nuestras pantallas. Tal vez por que su principal virtud no sea que pasan millones de cosas a un ritmo trepidante. Es una versión respetuosa y adorablemente reinventada del clásico de Saint-Exupery, una historia dentro de otra historia que nos narra la capacidad de sorpresa de la infancia en contraposición con la perdida de ilusiones del mundo adulto.

miércoles, 16 de marzo de 2016

En el Cortijo de Prado Montero



Hemos realizado una travesía entre Güejar Sierra y Quentar, es decir, nos adentramos en la depresión formada entre Sierra Nevada y el Parque Natural de la Sierra de Huétor, el entorno bañado por las transparentes aguas del Río Aguas Blancas.

Partimos de la fuente situada en la plaza de Güejar Sierra. Desde allí trepamos por sus calles estrechas y quebradas hasta el Barrio Alto, donde haremos una obligada parada en su Fuente de los Dieciséis Caños (aunque realmente tiene 17).
Seguiremos subiendo, a veces por carretera asfaltada, a veces por trochas hasta el collado que separa la Loma de los Jarales y el Calar de Güejar. 

El último tramo se traza entre dos muros de piedra antiguos que le dan gran belleza al camino. Todo el camino está rodeado de viejos olivos y almendros en flor; al ser estos parajes más fríos, la floración se retrasa en comparación con otras zonas más vegueras.


Llegamos así a la Cruz de la Trinchera que se esconde entre los olivos. Aunque desconocemos su historia, es fácil imaginarla.

Seguimos una vereda al frente ignorando un carril que parte a la izquierda y tomando otro que nos conduce a la derecha con el Calar al frente.

Desembocamos en un carril asfaltado que nos llevará entre la niebla hasta el Cortijo de la Argumosa. Dejamos atrás un desvío a la derecha que nos conduciría, en un par de kilómetros a la Fuente de la Teja (muchos nacimientos de agua comparten este nombre).


Los primeros datos sobre la existencia de este cortijo, ahora convertido en alojamiento rural, se remontan a un grabado del S. XVII, donde aparece un conjunto de casas en el lugar que posteriormente se convertiría en la Cortijada de San Antonio, entregada por los Reyes Católicos al Marqués de la Argumosa. Contaba con su molino de pan y viñedos con los que elaboraban su propio vino; la finca fue dedicada al cultivo de las cerezas hasta ser abandonado en los años sesenta.

Desde este cortijo parte un camino que nos lleva al Cortijo de Prado Montero. Ahora abundan las encinas y chaparros. Antes de llegar atravesamos en valle del arroyo Tintin.  Si siguiéramos de frente subiríamos al pantano de Quentar.

Prado Montero es un precioso paraje que posee nacimientos, veredillas y una profusa arboleda. Hay una fuente y una alberca, vigilada por el nocturno mochuelo, donde encontramos una inscripción de Manuel Benitez Carrasco que dice:


"Mil gracias alberca, porque herida de estrellas me pones tan a mano el alto cielo". Y una campana con la que se llamaba tradicionalmente a misa a los lugareños que antaño laboraban el campo en los alrededores del cortijo.


Esta campana del Cortijo Prado Montero, ya en Quéntar, propiedad de los herederos del célebre pintor granadino D. Gabriel Morcillo, corona un risco que se halla sobre la explanada de Santa María de los Labradores, una ermita al aire libre con grada, confesionario y pila de agua bendita.

Santa María es una pequeña figura que se asienta sobre una cruz de unos cuatro metros de altura con unos sesenta años de antigüedad. "Danos la paz y la lluvia y danos también las flores, Madre María de los Labradores", reza una inscripción en la piedra. Es evidente que para un agricultor la lluvia es tan importante como la paz. Se encuentra en el punto intermedio de nuestra ruta de hoy.

Desde el cortijo tomamos una vereda que hace un giro a derechas dirigiéndola hacia el pueblo de Quentar. Es estrecha y la compartimos con el discurrir de una acequia. Desemboca en un caminos asfaltado que nos conduce hasta Quentar.

Y la receta de hoy: tarta de requesón.

Batimos un vaso de leche, una cucharada colmada de maicena, diez cucharadas rasas de azucar, tres huevos medianos y medio kilo de requesón. Untamos un molde de horno de mantequilla y lo encamisamos (espolvoreamos harina y retiramos el sobrante). Ponemos una base de galleta picada con una cucharadita de mantequilla y un chorrito de licor. Añadimos la mezcla y horneamos durante unos 35 minutos. Pintamos la superficie con mermelada al gusto. 

martes, 15 de marzo de 2016

En territorio de greñudos.



Esta mañana con chicos y chicas de 5º de E. Primaria del CEIP Pilar Izquierdo de Hijar, hemos penetrado en el territorio de los greñudos, en la colina del Mauror, en el barrio contorneado por el Darro y el Genil;
hablamos del Realejo.

En este itinerario, a través de juegos de ingenio, historia e historias, nos acercamos al patrimonio de este barrio, intentando hacer visible lo invisible, la desaparecida judería que justificaba que este lugar se llamase Garnata Al Yahud. Torres Bermejas, el callejón del Niño del Royo, El lavadero de la Placeta del Sol, el aljibe de Rodríguez del Campo, Yehuda Ib Tibón, La Casa de los Tiros, La Casa de los Girones, el Campo del Príncipe...

Y mientras nos perdemos por las callejas que nos recuerdan su pasado como ciudad andalusí, buscamos a la Tarasca.

Y aprovechamos para contaros que estrenamos chalecos.

domingo, 13 de marzo de 2016

Un bonito recuerdo.

Pablo Acosta, profesor del IES Madraza y responsable de la actividad anteriormente comentada, ha editado este vídeo para la página web de su centro educativo.

Le estamos muy agradecidos por este bonito recuerdo.

viernes, 11 de marzo de 2016

Interpretando la Vega.

Hoy hemos realizado un bonito itinerario de interpretación de la Vega de Granada con chicos y chicas de 2º e Bachillerato del IES La Madraza.

El inicio y final del recorrido fue el Parque Tico Medina. Recorrimos caminos vegueros, seguimos el rumbo de la acequia Tarramonta, entramos en secaderos de tabaco maravillándonos de esta arquitectura tradicional... Pusimos especial atención en los problemas que están deteriorando estos parajes sin los cuales la ciudad de Granada pierde gran parte de su alma. También nos fijamos en los elementos del paisaje, los cultivos y las plantas adventicias y sus usos tradicionales.

Nos detuvimos en el Aula Rural de Ciempiés después de visitar el Cortijo del Pino. Allí hicimos algunos juegos tradicionales y realizamos una charla participativa sobre la Vega de Granada.

Quiero agradecer a todos los participantes su simpatía e interés. Y especialmente a Pablo por habernos confiado el desarrollo de esta actividad.

miércoles, 9 de marzo de 2016

Orgullo de hijo

Todo hijo o hija debe estar orgulloso de su madre. Nos regalan plumas para que nos construyamos nuestras propias alas, esas con las que pretenderemos sueños.

Si además aparece en wikipedia, como ocurre en el caso de la madre de César, ni os cuento.

Como gestor de este blog, ruego me perdonéis este paréntesis en la visualización de los quehaceres de la empresa.

https://es.wikipedia.org/wiki/Mar%C3%ADa_Luisa_Pe%C3%B1a_Tabernero

En la Sierra de la Yedra

En este preciosa ruta por la Sierra de la Yedra, afortunada, de nuevo, por el don mágico de la nieve, recorremos la naturaleza y un pedazo de nuestra historia. Visitar estas las trincheras de la Guerra Civil, escondidas más que nunca en el bosque mediterráneo, provoca que se entrelacen con nuestros pasos conversaciones sobre este tristísimo episodio de nuestra tierra.

En esta zona de la sierra los sublevados, en el frontero del Peñón de la Mata los republicanos, uno de los frentes más sangrientos de la provincia de Granada. El Peñón de la Mata, un auténtico nido de águilas, fue la posición más inexpugnable y activo del Frente Republicano; esto supuso la muerte de numeroso combatientes de ambos bandos.

Comenzamos el recorrido en el cruce de la pista forestal que sube a la Dehesa de la Alfaguara y la que va hacia La Fuente de la Teja y la Fuente de los Potros. Siguiendo esta pista, a pocos metros sale un desvío a la izquierda que nos conduce hacia las Trincheras de la Sierra de la Yedra.

Estas trincheras dominan el valle que desde el Cortijo de CariAlfaquí alcanza Cogollos Vega y dan cara al Peñón de la Mata y al Majalijar. Construidas con cemento y piedras del lugar, la vegetación ha crecido tanto que las oculta casi por completo y la nieve contribuye a su camuflaje. No se descubren hasta que se tienen encima. Galerías, nidos de ametralladora, túneles, troneras... son impresionantes.

Primero visitamos y rodeamos las trincheras del cerro de la derecha y luego trepamos por una bonita vereda entre encinas y quejigos al Cerro de la Yedra, que nos queda a la izquierda,  para ver las trincheras que se esconden en su cima.

Junto a las del Llano del Fraile, de las Veguillas y del Maúllo formaban un cordón defensivo en torno a la Alfaguara y a las alturas que protegen Alfacar, Víznar y Granada. Se construyeron por los militares sublevados y son pequeñas fortificaciones, no simples zanjas en el suelo.

Retornamos a la pista de la Fuente de la Teja y, tras un kilómetro de leve bajada, nos desviamos a la izquierda de nuevo por una vereda que nos lleva hasta las trincheras de los Llanos del Fraile. Desde aquí una senda que, entre pinos, nos conduce en descenso hacia la pista que nos llevará al Cortijo CariAlfaqui.
Tenemos que dar los pasos con tino debido a la nieve que ocasionalmente la cubre. Los senderistas se ayudan unos a los otros preocupándose tanto por sus pasos como por los del compañero.

Y haciendo gala de una gran solidaridad y compañerismo llegamos a la pista. La tomamos a la izquierda y pronto nos encontramos en el cortijo, donde las vacas nos miran con asombro y curiosidad. Entre los musulmanes un alfaqií es un maestro, un sabio de la ley islámica.

Seguimos la pista junto al Río Bermejo y la Acequia del Fardes. Al llegar a un nuevo cruce de caminos nuestra opción es de nuevo la izquierda, es decir, ignoramos el camino hacia Cogollos Vega y nos dirigimos a Nivar. Es el Camino de la Esperuela que, antes de llegar al pueblo, pasa junto a la Fuente de Nivar.

Y así llegamos a nuestro destino observando a nuestra derecha la Peña del Bartolo donde se encuentra el yacimiento del Castillejar de Nivar.