domingo, 22 de noviembre de 2015

El final es el principio.

Cuando a uno le gusta su trabajo y cree en lo que esta haciendo, el final de cada actividad es un principio. Pones un punto y coma para tomar aliento y agradecer la atención prestada. Pones dos puntos para recapitular y consciente o inconscientemente reflexionar sobre lo realizado y crecer con la autoevaluación. Pones un punto y seguido para empezar a pensar en la siguiente intervención; pones un punto y aparte para desconectar y reponer fuerzas.

En esta ocasión, es el final de una charla sobre el valor y el uso responsable del agua; los destinatarios son mayores del Centro de Participación Activa de Orgiva: mujeres y un hombre con mucha más experiencia que el conferenciante, con muchas más realidades que contar. Es un público ante el que debes dirigirte con mucho respeto y humildad, a los que les sobra el agradecimiento.

Deberíamos saber escucharles sin dobleces ni peros; aprender de su experiencia. Muchos de los aspectos básicos del desarrollo sostenible son una ordenada imitación de sus hábitos pasados, en ocasiones obligados por las carencias, en ocasiones marcados por una diferente prioridad de lo importante.

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