miércoles, 8 de abril de 2015

Bordeando los tres picos de Sierra Elvira.

Este recorrido transcurre por las faldas de la solana de Sierra Elvira, este garbancito que aparece en mitad del perol de la depresión de Granada.

Caminamos desde Atarfe hasta Pinos Puente. Las veredas a veces son anchas, en ocasiones estrechas y puntualmente inexistentes. Pero nuestros pasos son de pastor experimentado. El paisaje destaca por su belleza dura, esa que surge cuando el viento y el agua luchan contra la roca, cuando los matorrales se agarran a los suelos escasos; y siempre con vistas espectaculares de Sierra Nevada y los tres picos de Sierra Elvira.

Sin olvidar que a nuestros pies se extiende la geometría rural de la Vega, donde choperas y terrenos labrados completan un puzzle imprescindible para entender esta comarca.

Partimos de Atarfe y tras pasar bajo la A-92 nos dirigimos hasta el arranque de la carretera que nos conduciría hasta el área recreativa de Las Canteras.
Nos desviamos a la izquierda siguiendo el muro de una gran fábrica de ladrillos y tomando un camino rural que nos introduce en un área arqueológica protegida.

A la derecha dejamos los cortijos de Marugán y de Moleona; entre olivos y almendros vamos ascendiendo y bordeando los Barrancos del Tesorillo y del Peñón. La zona se conoce como Los Pajaricos. Los fantasmas de los habitantes de la antigua Medina Elvira, de la cual no queda más que su recuerdo, nos observan.

Pasamos junto al Tajo Colorao y del Cerro del Sombrerete, que los dejamos al sur; al norte el imponente Morrón del Medio y el Morrón de la Punta.

Dejamos el sendero ancho que llevábamos y comenzamos una subida un poco costosa por una vereda más estrecha. Subimos por el Peñón de los Conejos pasando entre la Hoya del Rey y el Peñón de Ventanas, donde nos tomamos la fruta. Vemos los caparazones vacíos de la concha de Sierra Elvira, un caracol endémico de esta zona.

Por una vereda estrecha que en ocasiones pretende despistarnos, vamos bordeando la ladera de Sierra Elvira. Pasamos por el Tajo del Sereno, viendo ahora al norte el Cerro del Piorno. En un picacho cercano cuatro cabras tiran para el monte y alzan sus manos en señal de triunfo.

La vereda vuelve a ensancharse y comienza la bajada hacia Pinos Puente por el Cerro del Yeso. Caminamos por la linde de un pinar al tiempo que recogemos algunos espárragos trigueros.

Hoy la receta nos la da Cristina: langostinos con mango.

Pelamos los langostinos ya cocidos y los mareamos con ajo y vino blanco como si los hiciésemos al pil-pil. Luego añadimos bien troceado un mango que no esté excesivamente maduro. El plato está listo cuanto todo queda bien ligado. 

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