miércoles, 14 de mayo de 2014

En el río Durcal.


Esta ruta se acompasa, prácticamente desde su inicio, al murmullo del agua de la acequia Mágena que a su vez acompaña al curso del río Durcal hacia lo alto del valle. Es un paseo fresquito y la mañana primaveral acompaña; merced a unas nubes bajas, el calor que precede al verano se olvida de nosotros por unas horas.

Nos bajamos en la parada de la Plaza de España, donde hacemos el corrito que antecede a la ruta. Nos observan las campanas de la Parroquia de la Inmaculada Concepción y la hija adoptiva del pueblo, Rocio Durcal.   


Callejeamos hasta llegar al Restaurante los Mondarinos. Pasamos bajo la carretera dirección al IES Valle de Lecrín.  Nada más comenzar llevaremos un cantarín acompañante a nuestra vera: la acequia Mágena. Bajamos por la Cuesta de la Fidea; a nuestra derecha el valle encajonado del río Dúrcal y a nuestra izquierda el famoso Puente de la Lata, primo lejano de la Torre Eiffel.

La Cuesta de la Fidea desemboca en un carril de tierra que discurre paralelo al río. Es un carril muy fresquito de abundante vegetación y ocasionales  áreas de descanso.  Ponemos a prueba la resistencia de un puente donde posamos para la foto de grupo. 



Llegamos a la Poza de la Pileta o Pipa, donde coinciden el cauce del río Durcal y el Barranco de la Rambla. A partir de aquí estamos en los límites del Parque Natural de Sierra Nevada. Seguimos unos metros el cauce del río hasta llegar a un dique con un pequeño salto de agua. Algunos pasos ponen a prueba nuestro equilibrio; pero no hay problema. Algunos senderistas se han disfrazado hoy de Dora Exploradora.

 
Regresamos hasta el Barranco de la Rambla, en el que nos adentramos un poco y donde pararemos a tomarnos la fruta. Con aquellos que quieren vivir una pequeña aventura (un capricho para los más intrépidos e irresponsables, el monitor el primero), buscamos una estrecha senda entre unas mimbreras que nos suben hasta la Acequia Mágina, en este tramo conocida como la acequia del vértigo.  

El recorrido es para ir despacito debido a las estrechuras y el vértigo. Caminamos por el borde de la acequia; quien prueba a meterse dentro rápidamente deja de sentir las piernas. Seguimos la acequia a lo largo de unos 500 metros hasta la toma de agua. Como el río baja tan caudaloso no nos atrevemos a cruzarlo; la cascada del Canal de Fuga la veremos en otra ocasión.
 

 
 











Cuando regresamos a la Rambla (con un subidón de adrenalina), todos subimos una cuesta para alcanzar una vereda que, a media ladera, nos conduce de regreso a Dúrcal. La acequia nos acompaña de nuevo por la llamada Vía Verde.

Y la receta: lubina al horno acompañada de ensalada de pimientos. Limpiamos las lubinas y las salpimentamos. En la bandeja del horno ponemos unos aros de cebolla y unas rodajas de patata. Le damos un golpe de horno y colocamos las lubinas encima y la regamos con un vaso de vino blanco y un chorreón de aceite.
  
Y como tenemos el horno caliente, metemos unos pimientos de asar. Cuando están listos los limpiamos y los cortamos en tiras. Cortamos una cebolleta, unos huevos duros y lo mezclamos con el pimiento asado. Apañamos con aceite y sal. 


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