sábado, 20 de abril de 2013

De Fuente Grande al Maullo


Con un sol decidido a hacernos olvidar los rigores del invierno, partimos de Alfacar, de la fuente de Morquil, donde en una alberca cercana hay un concierto de ranas. Siguiendo el arranque de la famosa acequia de Aynadamar, llegamos hasta Fuente Grande.

Con a idea de ganar altura y visión del paisaje que nos rodea, ascendemos por un pedregoso carril que parte a la derecha de la fuente (justo antes de comenzar la cuesta de la carretera que va hacia la Alfaguara) y que discurre, en sus comienzos, paralelo a unos postes de electricidad. Este pequeño carril se traza a media ladera, sobre el  "Parque Federico García Lorca” y un resbaladero próximo en donde se pueden encontrar restos de fósiles; esta zona, conocida como El Caracolar, es una antigua playa petrificada que nos hace retroceder en el tiempo más de 20 millones de años.


Seguimos la marcha paralelos a la carretera que une Alfacar y Viznar, con la panorámica de Granada a nuestra derecha, el Cortijo Pepino a nuestros pies y Sierra Elvira a nuestras espaldas, para dirigirnos al Barranco de Víznar. Cruzamos la fosa común de la Guerra Civil española.

Seguimos una vereda a la derecha que asciende entre pinos y matas de romero para dejarnos en el Área Recreativa de Puerto Lobo. Desde aquí parte una la senda, debidamente señalizada, hacia las Trincheras del Maúllo. Al principio el camino desciende al Barranco del Lobo atravesando un hermoso mosaico vegetal compuesto principalmente por jóvenes cedros, pinos, algunos olivos y álamos, para finalmente ascender hasta un carril forestal y que seguiremos a la derecha.

Proseguimos por una estrecha y agradable vereda que nos sitúa, en un abrir y cerrar de ojos, en las Trincheras del Maullo; restos de la Guerra Civil española, llamadas así por el ruido que hacían sus usuarios para comunicarse a lo lejos, unos con otros, imitando el del maúllo del gato montés que habitaba estos parajes. Las trincheras del Maúllo  fueron construidas por el bando franquista y son de las mejor conservadas en el Parque. Se conforman en torno al Cerro del Maúllo, rodeándolo casi en su totalidad con sus galerías, de las que sobresalen de tanto en tanto las garitas. Las vistas desde aquí, sobre los 1.300 m. de altitud son impresionantes. Destacamos la panorámica de los tres miles de Sierra Nevada.

Bajamos entre pinos resineros, antiguos cultivos de olivos, coscojas y encinas; matorrales como jaras, retamas, escaramujos y aulagas. Prestaremos especial atención a las plantas aromáticas: salvia, tomillo, mejorana cantueso, romero y lavanda. Regresamos por la pista forestal de la Alfaguara hasta llegar de nuevo al Centro de Interpretación donde podemos ver el  alambique que se empleaban para la destilación de plantas aromáticas y una vieja morturadora de aceituna.

Regresamos por la carretera que nos lleva al pueblo de Viznar.

Y como estamos en tierra de buen pan daremos la receta del pan casero.

Para un pan de 30 cm. usaremos 750 gr. harina de fuerza, una cucharadita de levadura seca (equivalente a 15 gr. levadura fresca), media cucharada de sal, 450 cc. agua tibia. Harina, para la mesa.Tamiza la harina y la sal sobre un cuenco. Mezcla la levadura con el agua tibia. Si usas levadura fresca, deja reposar unos 15 minutos la mezcla de levadura con el agua, hasta que forme burbujas en la superficie. Haz un hueco en el centro de la harina, y vierte la mezcla de levadura, removiendo a fondo con las manos hasta que la masa se desprenda de los bordes. Si ves que está demasiado blanda y húmeda, añade algo más de harina. Si esta muy seca, humedece un poco la masa. Pasa a la mesa enharinada y amasa a fondo durante 15 minutos. La pasta estará lista cuando no esté pegajosa, se extienda fácilmente y se note suave al tacto. Unta el cuenco con aceite e introduce dentro la masa. Cubre con film transparente, para mantener la humedad, y deja fermentar en lugar tibio hasta que duplique su volumen, entre una hora u hora y media. Se conoce el punto cuando al presionar con el dedo la huella desaparece muy lentamente. Pasa la masa a la mesa y, haciendo una presión ligera con la palma de la mano, ve amasando la masa en sentido circular. Cubre el pan con un trapo limpio y deja reposar 10-15 minutos. Precalienta el horno y para obtener una atmósfera húmeda introduce una bandeja con agua caliente en la base del horno. Una vez el pan haya subido lo suficiente, haz una incisión poco profunda en la superficie con un cuchillo muy afilado, para que desarrolle más corteza. Desliza el pan en la bandeja del horno. A los 20 minutos, tiempo durante el cual el pan sigue subiendo, retira la bandeja con agua del horno. Sigue la cocción otros 15-20 minutos hasta que el pan esté cocido. Esto lo sabremos cuando al golpear la base con los nudillos suene a hueco.



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