sábado, 10 de septiembre de 2011

El pez grande se come al chico


Esta entrada pretende ser un exorcismo encaminado a pasar página y tragarnos el sapo que tenemos atragantado.

Todos los septiembres son complicados y apasionantes; cerramos las actividades estivales y, con la energía solar del veranillo del membrillo, miramos hacia el horizonte del nuevo curso. Pero este año el otoño se ha adelantado y han caído hojas muy queridas, las más tempranas...nos hemos quedado sin aulas matinales en los centros escolares.

Comenzamos a trabajar este recurso hace más de doce años, mucho antes de que la Junta de Andalucía se encargase de gestionar esta actividad a través de los programas de "apoyo a las familias". Y tras esta docena de dedicación, esfuerzos para establecer un espacio educativo sin fisuras, enhorabuenas por parte de las escuelas y las familias, diseños de actividades novedosas ...el pez grande se come al pequeño.

En el concurso público que la Junta de Andalucía destinó a este servicio, con la previsión temporal que le caracteriza, no contaba la opinión de los centros escolares ni la realidad de los esfuerzos pasados y de los proyectos didácticos realizados. El principal peso en la adjudicación del servicio ha sido la reducción del precio de licitación (la oferta más barata), ya de partida miserablemente bajo.

Y con estos criterios, grandes empresas de servicios se llevaron el gato al agua en la mayoría de las escuelas, pasando por encima de las iniciativas locales como imparables apisonadoras.


En ocasiones habría que pararse y pensar cuales son las prioridades de la educación. ¿Tal vez buscar la excelencia?. Solo es un sueño que algún día los peces chicos se coman al grande. A día de hoy la única solución es poner distancia y no abandonar las aguas someras.

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