domingo, 21 de noviembre de 2010

Estación frontera


Esta estación, frontera entre los últimos calores y las primeras nieves, esconde la magia de los cruces de camino. Es un momento de gran dinamismo en nuestro entorno natural, que muestra mil matices que no pasan desapercibidos a nuestro espíritu artístico.

En otoño todo cambia, todo se mueve: las hojas viajan, los pájaros migran y los colores se tornan. El mundo vegetal, en armonía con el animal, se prepara para la dura estación invernal. Mil acontecimientos que deben ser mostrados a los más pequeños con imaginación, buscando lo fascinante en lo cotidiano: el viento loco e inconstante, los cambios de humor del cielo nublado, los frutos que maduran con un sol en retirada, las setas que atesoran la magia de lo inesperado y de lo efímero,…


Las actividades así enmarcadas se sirven de esta estación para trabajar la educación ambiental y en valores.
“Setas y Duendes” Un duende inquieto, una bruja loca y un pájaro refunfuñón comparten hogar: una seta gigante que atesora más sorpresas.
“El Viento Tarambana” Un viento de otoño que en aquella ocasión no actuó sin ton ni son, resolviendo un gran problema que traía de cabeza a los vecinos de “Sombrerania”.
“El espantapájaros que quería volar” Un viejo espantapájaros, que pasaba los días contemplando el maizal, tenía un sueño: volar y ver la ciudad. Pero volar, viajar hasta la ciudad, era una tarea imposible para un hombre de paja anclado al suelo.

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